A medida que avanza 2025, estamos viendo una increíble volatilidad en los mercados. Aunque puede crear oportunidades, también puede poner nerviosos a los inversores.
Los repuntes recientes se han visto impulsados por las acciones tecnológicas y, en concreto, por el tema de la IA; sin embargo, estos repuntes se han visto atenuados por factores externos, como las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica.
El anuncio del presidente Trump de nuevos aranceles sobre las importaciones de automóviles de la UE, junto con las disputas comerciales en curso con Canadá y México, han hecho que los mercados eviten el riesgo. Esto, unido a la debilidad de los datos económicos y a los temores inflacionistas, aumenta la inquietud.
La volatilidad como arma de doble filo
Entonces, ¿la volatilidad es buena o mala para los operadores? Bueno, eso depende de qué y cómo se opere. Es obvio que una alta volatilidad puede aumentar el riesgo, pero también puede aumentar las ganancias si se sabe operar con ella. La clave es crear (y seguir) una estrategia diversificada que se ajuste bien a su nivel de tolerancia al riesgo. Deberá gestionar su riesgo al tiempo que intenta aprovechar los cambios del mercado.
Estrategias para sortear mercados volátiles
Acciones en corto: para valientes (e inversores experimentados)
Empecemos con las ventas en corto, que es una estrategia que puede permitirle operar incluso cuando los precios bajan. Es una técnica que puede utilizar en la plataforma de eToro, donde VENDE el activo, espera a que el precio baje y luego lo COMPRA de nuevo. Es como si estuviera tomando prestadas acciones, vendiéndolas al precio de hoy y comprándolas más tarde a un precio más bajo. Si todo va bien, se embolsa la diferencia. Pero, y esto es un gran pero, si la acción sube en lugar de bajar, sus pérdidas pueden ser ilimitadas. Por eso es mejor dejar esta estrategia a quienes tienen buenas habilidades de gestión de riesgos y estómago para la volatilidad.
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Renta fija: una red de seguridad en mercados inestables
Cuando los mercados se inquietan y los inversores no asumen riesgos, por ejemplo, cuando las acciones se vuelven bajistas (comienzan una tendencia a la baja), los bonos pueden convertirse en el activo preferido. Los bonos del Estado, la deuda corporativa de alta calificación y los ETF de bonos, que suelen generar ingresos, pueden ofrecer rendimientos continuos sin los altibajos de la renta variable. Los inversores más jóvenes han comenzado a apostar por los ETF de bonos más que nunca, ya que pueden señalar un cambio hacia la estabilidad. No son tan volátiles como las acciones y las criptos, pero en tiempos de incertidumbre, cierta previsibilidad ayuda.
Oro: una cobertura tradicional
El oro ha sido la protección a la que acudir contra el caos económico durante siglos porque, cuando todo lo demás se desmorona, tiende a mantenerse firme. De hecho, se mueve a la inversa que activos como las acciones y el dólar estadounidense. Los precios han resistido últimamente, alcanzando nuevos máximos, y con la incertidumbre en el aire, tener cierta exposición al oro podría ser un movimiento defensivo inteligente. No le hará rico de la noche a la mañana, pero puede ayudarle a proteger su patrimonio cuando los mercados se hundan.
Acciones con dividendos: ingresos con los que puede contar
Las acciones que pagan dividendos ofrecen algo que las acciones de crecimiento no: flujo de caja. Sectores como los servicios públicos y los bienes de consumo básico no son tan interesantes, pero pueden ofrecer pagos constantes y tienden a ser menos volátiles que las acciones tecnológicas. Con el tiempo, los dividendos pueden suponer una parte significativa de la rentabilidad total del mercado. En mercados impredecibles, ese tipo de fiabilidad vale su peso en oro.
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Reflexiones finales
La volatilidad del mercado puede ser estresante, pero no todo son malas noticias. Diversificando con bonos, oro y acciones con dividendos, puede intentar reducir el riesgo sin dejar de lado las posibles ganancias a largo plazo. La clave es ser flexible, mantenerse informado y no entrar en pánico. Los mercados se mueven en ciclos: juegue a largo plazo y, con suerte, saldrá ganando.
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