Con la introducción de Ethereum en la plataforma eToro, hemos querido ofrecerle una guía práctica acerca de esta criptodivisa. Esto es lo que debería saber para poder integrar Ethereum en su estrategia de inversión.
El lanzamiento del Bitcoin en 2009 creó una nueva forma de divisa, llamada criptodivisa, cuya existencia es enteramente digital. A nadie sorprendió que otras divisas de este tipo surgieran inmediatamente y una de las más recientes es Ether, la segunda mayor criptodivisa. Al igual que el Bitcoin, el Ether (ETH) es una moneda descentralizada y, por tanto, se ve menos afectada por los cambios en el mercado de divisas. Ahora ya puede invertir en Ether a través de CFD en la plataforma eToro.
Los precios de las criptomonedas pueden fluctuar ampliamente y, por tanto, invertir en ellas podría no resultar apropiado para todos los inversores. Ningún marco normativo de la UE supervisa la inversión en criptomonedas. Su capital está en riesgo.
¿Qué es Ethereum?
El Ether se creó en 2015 como una divisa basada en la tecnología Ethereum. Al igual que el Bitcoin, Ethereum es un sistema basado en cadenas de bloques. No obstante, a diferencia del Bitcoin, que fue creado con el único fin de funcionar como una divisa alternativa, Ethereum podía utilizarse para crear diversas aplicaciones descentralizadas. Desde una óptica inversionista, el foco de atención se centra en la divisa Ether, puesto que sirve de alternativa a las divisas tradicionales.
Ether se lanzó en agosto de 2015. Al principio, su precio se estimó en $2,8, y desde entonces ha registrado continuas subidas. El máximo histórico del precio del Ethereum fue $21,5 y actualmente cotiza a unos $12, con una capitalización de mercado algo superior a mil millones de dólares. A diferencia del Bitcoin, el Ether aún debe consolidar su estatus como divisa convencional y, por tanto, se ve mayormente afectada por acontecimientos directamente relacionados con su desarrollo.
Ether frente a Bitcoin: principales diferencias
- El Ether no se ha creado para reemplazar a las divisas: el Bitcoin se concibió como una forma de pago alternativo, en cambio, la divisa Ether se creó inicialmente para estar al servicio de los usuarios de la plataforma, como una cartera Ethereum que se puede usar con las aplicaciones para dispositivos móviles que se desarrollen.
- La oferta de Ether es infinita: mientras que la oferta del Bitcoin es finita (con fecha de fin prevista para el año 2140), el Ether no tiene un tope límite y la oferta de la divisa la establecen sus creadores y «mineros».
- El Bitcoin es más lento: una transacción de Bitcoin tarda unos 10 minutos en completarse, mientras que las transacciones de Ether se procesan en aproximadamente 15 segundos, lo que contribuye a su liquidez y volatilidad.
- Propiedad: mientras que casi toda la totalidad de Bitcoins existentes fue «minada» por usuarios pioneros, el lanzamiento del Ether fue financiado a través de micromecenazgo (crowdfunding), lo que significa que la mayor parte de la divisa es propiedad de las personas que la compraron. Se prevé que la balanza se incline a favor de los «mineros» de Ethereum antes de cinco años.
¿Qué dirige los precios del Ether?
Internamente, los cambios en la plataforma Ethereum son los que dirigen el precio del Ether. Ethereum evoluciona constantemente y alcanza de forma periódica hitos conocidos como «tenedores duros», que cambian el funcionamiento de la plataforma de modo que las versiones anteriores resultan incompatibles. Cada «tenedor duro» se ha diseñado para aportar estabilidad y mejorar el funcionamiento general de la plataforma. No obstante, el tercer «tenedor» duro, conocido como DAO, que se lanzó en junio de 2016, abrió inadvertidamente la puerta a un pirata que robó Ether por valor de 50 millones de $. Esto llevó a un desplome de los precios del Ether, que perdió el 30 % de su valor. Sin embargo, la plataforma ha sido modificada desde entonces, solucionando el problema que permitió este robo, lo que ha provocado que los precios vuelvan a subir.
Externamente, uno de los factores más influyentes en los precios del Ether es el Bitcoin. Como el Bitcoin es la criptodivisa principal y más popular, cuando su precio registra aumentos significativos, otras criptodivisas también se perciben como una opción posible de inversión, por lo que suben de valor en consonancia. Al ser el Ether la segunda mayor criptodivisa, también puede verse afectada por esas circunstancias.
Invertir en Ether
Desde su introducción, el Ether se ha mostrado a veces muy volátil, siendo su mayor cambio en un solo día un 30 % tras el robo que siguió al «tenedor duro» DAO. Por tanto, ha atraído a muchos inversores a muy corto plazo (un día) que desean obtener beneficios con tales fluctuaciones. De forma alternativa, el Ether se ha convertido en una herramienta de cobertura para los inversores en Bitcoin. A diferencia del Bitcoin, no hay un tope límite para el importe de Ether que se desee introducir en el mercado a través de la minería Ethereum, y los usuarios de Ethereum que contribuyen con capacidad informática a la plataforma podrían «minar» la divisa, lo que resultaría en la creación de 5 Ether cada 15-17 segundos.
El Ether puede resultar apropiado tanto para inversión a largo plazo como a muy corto plazo (un día). Los inversores a muy corto plazo (un día) pueden intentar obtener beneficios en tiempos de alta volatilidad y mantenerse al corriente de «tenedores duros», precios del Bitcoin, el gráfico de Ethereum y otros eventos que puedan influir en el precio del Ether. Los inversores a largo plazo pueden considerarlo como el «próximo Bitcoin», para invertir en él hoy con la esperanza de que obtenga significativas ganancias, como hizo el Bitcoin en sus comienzos.
La introducción del Ether en la plataforma de eToro ofrece a los inversores una nueva manera de diversificar sus portafolios. Como no hay tarifas nocturnas para el Ether en la plataforma eToro, los inversores a largo plazo pueden optar a «comprar y esperar» si creen que los precios acabarán subiendo a largo plazo.
Los precios de las criptomonedas pueden fluctuar ampliamente y, por tanto, invertir en ellas podría no resultar apropiado para todos los inversores. Ningún marco normativo de la UE supervisa la inversión en criptomonedas. Su capital está en riesgo.