Estamos viviendo un momento muy interesante como inversores, donde las reglas de siempre parecen dejar de funcionar. Parece que no es solo una corrección de mercado, ni una típica desaceleración cíclica. Lo que tenemos encima es una combinación inusual: deterioro institucional, señales macro contradictorias, y una narrativa que ha dejado de estar controlada. La confianza, ese activo intangible pero decisivo, se ha fracturado en varios frentes. Y el mercado lo está reflejando.
Los bonos del Tesoro norteamericanos, históricamente el activo refugio por excelencia, han dejado de ofrecer esa función. No por falta de compradores, sino por falta de confianza. Cuando se pone en duda la capacidad o peor aún, la voluntad del Estado de cumplir sus promesas más básicas, todo el sistema se ve obligado a recalibrar. Ya no estamos hablando de primas de riesgo normales, sino de una revalorización de lo que significa invertir en activos “seguros”.
A esto se suma un ciudadano que, por primera vez en décadas, se siente desconectado del pulso económico. Los niveles de confianza del consumidor están en mínimos históricos, y la caída es transversal. No es un tema de inflación aislada, ni de empleo. Es algo más profundo: la sensación de que el país está navegando sin brújula. Y cuando ese sentimiento se instala, la reacción natural es la parálisis.
Desde el lado corporativo y en pleno inicio de temporada de resultados, el silencio parece ser la nueva norma. Los ejecutivos han perdido visibilidad, las guías han desaparecido, y las decisiones se posponen. Nadie quiere cometer errores cuando el mapa cambia cada día. A pesar de que los grandes bancos siguen mostrando resultados sólidos, ya están levantando defensas. Se preparan para un escenario más largo, más complejo, y posiblemente más costoso.
Pero a pesar de todo esto, no todo está roto. Lo que se percibe como caos también puede ser el punto más bajo de un ciclo emocional del mercado. En muchos activos, el pesimismo está totalmente descontado. El mercado ha incorporado no solo una recesión, sino un colapso institucional completo. Y eso, aunque alarmante, también abre la puerta a oportunidades.
Porque el rebote no necesita certezas absolutas. Solo necesita señales creíbles de que el camino hacia la estabilización está siendo recorrido. Si desde el gobierno aparece un mínimo gesto de orden, un marco arancelario coherente, respeto institucional básico, o ciertas señales de control sobre el gasto y la política monetaria, eso será suficiente para que el capital empiece a regresar. No es optimismo ingenuo. Es análisis estratégico.
No hay garantías, pero sí hay espacio. Las estructuras no desaparecen en diez días. La capacidad productiva sigue ahí, las compañías siguen generando ingresos, la tecnología sigue avanzando. Y lo más importante: el mercado, aún golpeado, conserva su capacidad de anticipar futuros. Esa es su verdadera fortaleza.
Lo que viene no será lineal. Habrá ruido, rebotes falsos, decisiones erráticas…más caos. Pero también habrá momentos donde el mercado empiece a reconocer valor. Y cuando eso ocurra, quienes hayan sabido mantener la cabeza fría, y el foco claro, estarán en una mejor posición para capitalizarlo.
Esto no es el fin. Es un ajuste duro, sí. Es incómodo, también. Pero es, ante todo, una transición. Y las transiciones, aunque dolorosas, son la antesala de los nuevos ciclos. Lo importante es no dejarse llevar por el ruido y recordar que, aunque todo se vea oscuro, siempre hay una salida y una oportunidad.
Niveles técnicos clave
NO SON RECOMENDACIONES de INVERSION. Solo comentarios desde un punto de vista técnico informativo.
S&P
Desde un punto de vista técnico y establecido el mínimo del actual movimiento correctivo en la zona de los 4800-4900 puntos, el rebote se ha detenido en las inmediaciones de los 5500 puntos. Ese es el primero de los niveles que deberíamos ver en precios de cierre y durante varias sesiones, para pensar en un ataque a la zona de los 5800 puntos. Por abajo, perder los 5100 abre el camino hasta esa zona de mínimos mencionada que, de ser perdida, abre un escenario bajista diferente. De momento, lo lógico sería asistir a un descenso de la volatilidad y cierta consolidación de niveles.
Source: investing.com
IBEX-35
Desde un punto de vista técnico, apoyo en la zona de los 11600 puntos y rebote que consolida, de momento, la zona de los 12000 puntos. Este es el primero de los soportes a vigilar en el corto plazo. Por arriba, los 12700-12800 marcan la primera de las resistencias a controlar
Source: investing.com
BITCOIN (BTC)
Bitcoin en un nuevo contexto global: menos momentum, más incertidumbre
Mientras los mercados tradicionales lidian con el repunte inesperado en los rendimientos de los bonos del Tesoro y un giro político en la guerra comercial, bitcoin parecía mantenerse firme… hasta que no lo hizo.
Durante el fin de semana pasado, BTC empezó a debilitarse. No solo perdió soporte, sino que marcó un nuevo mínimo, reflejando cómo el entorno macro está empezando a pesar también en el ecosistema cripto. Pero lo importante no es solo el precio. Lo que está en juego es mucho más profundo: un posible cambio de régimen económico.
Con Estados Unidos intentando corregir décadas de dependencia comercial e industrial, y con una política más proteccionista en marcha, el flujo de dólares hacia el exterior podría disminuir. Esto significa menor inversión extranjera en activos financieros estadounidenses… y eso incluye a bitcoin.
Aunque a largo plazo todos los escenarios actuales tienden a ser inflacionarios (lo cual históricamente ha sido positivo para BTC), a corto y medio plazo podríamos ver una caída en la demanda si los mercados internacionales se vuelven más selectivos con sus asignaciones.
Además, la correlación entre BTC y el SP500 sigue siendo alta. El famoso “decoupling” aún no ha ocurrido. Y los indicadores técnicos como el STH Momentum (Short-Term Holder) muestran que el impulso también ha perdido fuerza.
Por todo ello, podemos decir que bitcoin está en pausa. No por debilidad propia, sino porque los vientos macroeconómicos soplan en otra dirección. Será necesario paciencia y contexto para navegar esta nueva etapa.
Desde un punto de vista técnico, intento de ataque a la zona de control delimitada por los 77.000USD que, pese a ver varios días cotizaciones por debajo de esa zona, se recupera y los 80.000USD vuelven a conquistarse. Si bien es verdad que los mínimos siguen siendo crecientes y podríamos ver perfectamente una extensión bajista en otro momento de alta volatilidad, la recuperación hasta los 84.000USD nos coloca en un panorama menos negativo. Si los precios consiguen superar ese nivel, los 88.000USD marcan el primer objetivo alcista antes de atacar los 91.000USD. Por abajo, perder los mínimos de la semana pasada abre el camino a los 73.000USD primero y los 70.000USD como siguiente nivel de soporte.
Source: investing.com