La sociedad moderna depende del acceso diario a sistemas de infraestructura efectivos y accesibles. El bienestar de nuestras economías y nuestra vida cotidiana depende de todo tipo de infraestructuras, desde carreteras, puentes y ferrocarriles, hasta canalizaciones de agua, redes eléctricas y de comunicación. Veamos por qué las acciones de infraestructuras son una buena oportunidad para los inversores en 2022 y en los próximos años.
¿Qué son las acciones asociadas a las infraestructuras?
Las inversiones en infraestructuras son muy diversas. El ámbito de las infraestructuras abarca una amplia gama de industrias. Se trata de un ámbito diverso que incluye los sectores de servicios públicos, materiales y energía. La infraestructura incluye tanto estructuras físicas, como otros servicios esenciales y fundamentales que conectan a la sociedad y facilitan un funcionamiento fluido. Tanto las empresas privadas como las públicas proporcionan los marcos subyacentes que los gobiernos, las empresas y los hogares necesitan para funcionar y completar las tareas cotidianas, desde la producción energética hasta la gestión de residuos.
Explore la inversión en infraestructuras
Las acciones relacionadas con las infraestructuras suelen dividirse en dos categorías principales:
- Infraestructuras económicas, que incluyen transporte, servicios públicos y comunicaciones; e
- Infraestructuras sociales , que incluyen aquellas infraestructuras relacionadas con la educación, la salud y la comunidad.
Dentro de estas categorías más amplias, las inversiones en infraestructuras a menudo se clasifican en función de su etapa de desarrollo:
- Infraestructuras de crecimiento, también denominadas inversiones “greenfield”, incluyen instalaciones nuevas que requieren desarrollo y operación.
- Infraestructuras maduras, también denominadas inversiones “brownfield”, aquellas estructuras antiguas existentes que requieren rehabilitación.
Las infraestructuras maduras suelen proporcionar rendimientos estables a largo plazo y orientados a los ingresos, mientras que las infraestructuras de crecimiento pueden ofrecer un importante potencial de revalorización del capital.
Como puede ver, hay muchas oportunidades de diversificación de las inversiones en infraestructura en su portafolio.
¿Por qué invertir en infraestructuras?
Debido a su condición única de productos “perennes”, los servicios relacionados con las infraestructuras y las empresas que los prestan están en una posición única para mostrar más resistencia y menos vulnerabilidad a los altibajos de los mercados. Dado que los servicios relacionados con las infraestructuras son tan esenciales para la vida cotidiana moderna, la demanda de los mismos tiende a ser relativamente constante incluso en épocas de inestabilidad económica.
De hecho, durante el año pasado, el sector de las infraestructuras se comportó mejor que el mercado bursátil estadounidense en general, que ha seguido experimentando una gran volatilidad. Los inversores que buscaban activos que pudieran capear mejor las adversidades, huyeron de los valores basados en el crecimiento, como la tecnología, y buscaron refugios más seguros, como los servicios públicos. Con la subida de los tipos de interés y las tensiones geopolíticas que han afectado enormemente al mercado de valores, algunos analistas animan a los inversores a considerar las acciones asociadas a las infraestructuras.
A largo plazo
Aunque los objetivos de inversión relativamente estables reciben más atención cuando los mercados son inciertos, la inversión en infraestructuras no es una tendencia pasajera. No dejaremos de necesitar infraestructuras a corto plazo; de hecho, van en aumento. Las poblaciones de todo el mundo están creciendo y las empresas que se encargan de la prestación de servicios básicos deben seguir el ritmo. Además, tanto el sector privado como el público son cada vez más conscientes de la necesidad de desarrollar infraestructuras más limpias y respetuosas con el medio ambiente, lo que requiere una mayor innovación y recursos, y los gobiernos están respondiendo asignando los fondos necesarios.
El aumento de los presupuestos gubernamentales ha puesto el foco en las infraestructuras como una atractiva oportunidad de inversión para los próximos años. A principios de noviembre, el gobierno de EE. UU. aprobó un esperado proyecto de ley de infraestructuras por valor de un billón de dólares y los mercados reaccionaron con una subida de los precios de los valores del sector de las infraestructuras. Esta legislación histórica permitirá hacer realidad la ambiciosa visión estadounidense de una amplia remodelación de sus infraestructuras, que incluye un transporte con menos emisiones, una red eléctrica de energía limpia, agua más segura y un mejor acceso a Internet. Se prevé que esta reestructuración cree 2 millones de puestos de trabajo nuevos al año durante la próxima década. Más recientemente, la Unión Europea anunció su plan de inversión de 800 millones de euros en proyectos de infraestructuras de energía limpia, lo que provocó un repunte de las acciones del ámbito de las energías renovables.
Estos son solo pequeños ejemplos de una tendencia más amplia que los expertos esperan que siga desarrollándose a medida que estas propuestas se hagan realidad. Como dice el refrán: “Roma no se construyó en un día”. Los proyectos de infraestructuras, aunque hoy no sean tan dilatados en el tiempo como antes, siguen siendo empresas a largo plazo. Por lo tanto, es aconsejable considerar también las inversiones en infraestructuras a largo plazo.
Los gobiernos de todo el mundo están apostando por la inversión en infraestructuras a largo plazo y muchos inversores parecen estar de acuerdo con este enfoque.
Facilitar las inversiones en infraestructuras
Aunque la inversión en infraestructuras puede tener muchas ventajas, también existen algunos obstáculos importantes para los inversores minoristas. Dada su importancia estratégica y sus elevados costos, el ámbito de las infraestructuras tradicionalmente ha sido dominio del gobierno y, por lo tanto, no siempre es fácilmente accesible para los inversores privados. A pesar de que la naturaleza diversa del mercado de infraestructuras ofrece una amplia diversificación de activos, puede resultar abrumador para el inversor medio elegir en qué activos invertir.
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