Seguros: un producto que los consumidores no pueden permitirse ignorar

Los seguros son un producto único. Pagamos por él, pero esperamos no tener que usarlo nunca. Sin embargo, se producen robos en los hogares, los coches se abollan, los vuelos se cancelan y las mascotas enferman. Así que no podemos pasarlos por alto. Si le ocurre algún infortunio, agradecerá haber contratado un seguro de antemano.

Para los inversores, el sector de los seguros puede ser una fuente de oportunidades lucrativas, ya que la venta de este producto puede ser muy beneficiosa. Con esto en mente, eToro ha lanzado recientemente InsuranceWorld, un Smart Portfolio centrado específicamente en acciones de seguros.

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Protección frente a las incertidumbres de la vida  

El seguro es un producto financiero diseñado para protegernos frente a situaciones inesperadas. Ofrece protección en caso de pérdida, daño o lesión. Se trata de una eficaz herramienta de gestión del riesgo, adquirida por particulares, familias y empresas de todo el mundo, que la usan para cubrir riesgos y protegerse frente a gastos imprevistos. 

El concepto del seguro es fácil de entender. Usted paga una tarifa mensual o anual a una compañía de seguros para asegurar su vida, su salud, su coche, su casa, etc. durante un periodo de tiempo determinado. A cambio, la aseguradora se compromete a pagarle un determinado importe si tiene mala suerte y necesita obtener una indemnización. 

Los seguros existen desde hace miles de años 

Los seguros no son nada nuevo: su origen se remonta a miles de años atrás. Lo crea o no, se han encontrado evidencias de una póliza grabada en un antiguo monumento babilónico que data del año 1750 a.C. En la escritura del monumento se señalaba que si un mercader navegante recibía un préstamo para depositar fondos para un envío, pagaría al prestamista una suma adicional a cambio de la garantía de este de cancelar el préstamo en caso de que el envío se perdiera o fuera robado en el mar.

Sin embargo, los seguros tal y como los conocemos se remontan al gran incendio de Londres, ocurrido en el año 1666. Después de que el fuego destruyera más de 13 000 hogares en toda la ciudad, un hombre llamado Nicholas Barbon puso en marcha la primera compañía de seguros. Ubicada en una pequeña oficina detrás de la bolsa de valores de Londres, se la conocía como la «oficina de seguros» y ofrecía seguros para edificios.

El sector de los seguros en la actualidad 

Desde entonces, el sector de los seguros ha recorrido un largo camino. 

En la actualidad, las empresas aseguradoras ofrecen diversos productos de seguros entre los que se incluyen: 

  • Vida: paga una suma global a los seres queridos en caso de fallecimiento.
  • Salud: ofrece cobertura si necesita tratamiento médico privado.
  • Ingresos: le cubre si está enfermo o lesionado y no puede trabajar.
  • Hogar: le ofrece cobertura si su casa sufre daños.
  • Contenido: cubre la pérdida o los daños sufridos por los objetos de su hogar.
  • Coche: ofrece cobertura en caso de accidente automovilístico.
  • Viaje: le protege si algo sale mal mientras viaja.
  • Mascotas: ofrece cobertura si su mascota necesita ser operada o someterse a pruebas diagnósticas. 

Algunas empresas se especializan en un área determinada de seguros, como los seguros de vida o de viaje. Otras adoptan un enfoque más global y ofrecen una amplia gama de diferentes productos a sus clientes. 

Hay empresas que ofrecen lo que se conoce como «reaseguro». Se trata esencialmente de un seguro para las empresas aseguradoras. Estas empresas ofrecen protección a las aseguradoras tradicionales asumiendo parte de su riesgo.

También hay empresas especializadas en soluciones «InsurTech». InsurTech se refiere a las innovaciones tecnológicas destinadas a aumentar la eficacia del sector de los seguros. En todo el mundo se está produciendo una rápida adopción de InsurTech a medida que las aseguradoras buscan agilizar los procesos y reducir los costes.

Por qué las acciones de seguros pueden ser una buena inversión a largo plazo 

Desde el punto de vista de la inversión, las empresas aseguradoras tienen mucho que ofrecer. 

Para empezar, el modelo de los seguros suele ser muy rentable. Las aseguradoras cobran comisiones o «primas» a cada cliente de forma periódica. Sin embargo, los clientes rara vez presentan reclamaciones. Esto significa que las aseguradoras pueden acumular importantes niveles de capital excedente (siempre que garanticen que sus primas reflejan con precisión los riesgos de cada póliza). A continuación, pueden reinvertir este exceso de efectivo para generar más rendimiento. 

También es un modelo de negocio relativamente estable. En tiempos de recesión, las personas suelen recortar en lujos como ropa nueva, aparatos electrónicos y vacaciones. Pero no recortan el seguro del hogar, el seguro médico o el seguro del coche, ya que las consecuencias financieras podrían ser desastrosas. Así pues, los resultados de las aseguradoras no están correlacionados con la economía. Mientras tanto, a las aseguradoras no se les permite asumir grandes riesgos con el capital de los clientes debido a normativas como la Directiva de Solvencia II de la UE. Este tipo de normativa señala que las aseguradoras deben conservar un determinado importe de capital para garantizar la protección adecuada de los clientes. Gracias a esta normativa tan rigurosa, rara vez vemos que las aseguradoras se declaren insolventes. 

Además, muchos seguros recompensan a sus accionistas con dividendos. Se trata de pagos en efectivo realizados a partir de las ganancias de la empresa, cuyos rendimientos pueden ser bastante generosos. Esto significa que los inversores pueden contar con dos fuentes de rentabilidad. 

Por último, los países del mundo en vías de desarrollo tienen potencial de crecimiento. En países como China, India y Sudáfrica, solo una pequeña parte de la población tiene contratado un seguro en la actualidad. Por ello, las empresas que operan en estos países, como la china Ping An Insurance y la británica Prudential, que se centra exclusivamente en Asia y África, están bien posicionadas para hacer crecer sus negocios en los próximos años.

Warren Buffett, el inversor multimillonario ampliamente aclamado por su dominio de la inversión en valor, aprovechó las ventajas del modelo de negocio de las aseguradoras a través de su inversión inicial en GEICO, la mayor compañía de seguros de Estados Unidos. Mostró una aguda perspicacia inversora al utilizar el «float» para realizar inversiones prudentes, lo que finalmente le llevó a la creación de uno de los holdings de mayor éxito en todo el mundo: Berkshire Hathaway.

La empresa de Buffett, que lleva más de cinco décadas en el sector, posee en la actualidad unas 70 aseguradoras nacionales e internacionales que ofrecen una amplia gama de servicios como seguros de vida, accidentes, salud y propiedad. Además, la reciente adquisición de la aseguradora Alleghany por parte de Buffett, por valor de 11 600 millones de dólares, sugiere su inquebrantable optimismo hacia el sector.

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