De ser un término técnico bastante raro a principios del 2000 a convertirse en una de las palabras más comunes en el campo de la tecnología, la computación en la nube ha cambiado sin duda numerosos aspectos de nuestras vidas cotidianas. No obstante, aunque ya está muy extendida hoy en día, se prevé que la computación en la nube crezca aún más y amplíe las áreas tecnológicas que abarca.
Pero ¿qué es la computación en la nube? La computación en la nube es un término muy amplio que significa básicamente cualquier proceso que no tiene lugar de forma local en un solo ordenador. La computación en la nube puede utilizar una amplia red de ordenadores y servidores para realizar procesos complejos e intensivos en cuanto a datos y ofrecer el mejor resultado a un usuario, lo que disminuye en gran medida la carga de trabajo del usuario final.
Hoy, como numerosas aplicaciones operan en la nube, como el correo electrónico, la transmisión de vídeo y audio en “streaming” o las redes sociales, su presencia nos resulta tan natural como su esponjoso nombre. De hecho, en torno al 90% de todas las empresas usan alguna forma de computación en la nube hoy en día³.
El mercado de la nube prevé alcanzar un valor de 700 mil millones de dólares en 2025¹, y crecer un 20% interanualmente en los próximos cinco años². Con un crecimiento así surgen las oportunidades de inversión.
Para ofrecer a los inversores exposición a este sector extremadamente presente y en continua evolución, eToro ha creado el Smart Portfolio CloudComputing, que ofrece una exposición equilibrada a una amplia gama de acciones de empresas relacionadas con la nube.
El impacto del coronavirus
Una ventaja principal de la computación en la nube es que resulta accesible desde casi cualquier sitio. Todo lo que se necesita para acceder a un servicio en la nube es un ordenador o dispositivo inteligente y una conexión a Internet. Por tanto, resulta bastante obvio que la computación en la nube se ha usado de forma generalizada durante la pandemia de coronavirus del año 2020.
Como muchos países del mundo aplicaron diversas medidas de confinamiento, numerosas organizaciones se vieron obligadas a cambiar a prácticas de trabajo desde casa (WFH). Por supuesto, estas prácticas dependen principalmente de la nube, y las empresas de computación en la nube fueron llevadas al límite. La nueva carga de trabajo vino aparte del uso existente, ya de por sí elevado, pues un empelado medio utiliza 36(!) servicios de nube al día⁴.
Trabajar a distancia significa mantener un entorno de oficina virtual apropiado, y eso requiere una comunicación constante, incluyendo texto, vídeo y llamadas de voz. A pesar del temor de que esta práctica podría reducir la productividad, muchas empresas han adoptado el cambio y un 74% de las empresas afirma que cambiarán parte de sus empleos a puestos permanentes de trabajo desde casa⁵. Y una de las principales razones para que esto pueda hacerse correctamente es tener una infraestructura de red robusta.
La nube es una realidad
Resulta sencillo entender por qué la nube ha llegado para quedarse, al menos en un futuro previsible. La computación en la nube ayuda en tantas facetas de las vidas de las personas que será imposible para la sociedad contemporánea funcionar sin ella. Además, como la infraestructura de nube se ha consolidado como la norma, muchas tecnologías de un futuro cercano también dependerán de ella.
Un ejemplo son los vehículos autónomos. Un aspecto clave del sistema de tráfico autónomo es la comunicación entre los automóviles y entre la infraestructura y un vehículo. En otras palabras, la mayoría del poder informático que posibilitará la inminente revolución de la conducción autónoma tendrá lugar en la nube.
Otro ejemplo que ayudará a fortalecer el impacto de la computación en la nube es la revolución del 5G. La red de la próxima generación se está desplegando por todo el mundo y servirá como infraestructura adicional para la nube. El mayor ancho de banda permitirá conectar más dispositivos a los servicios de nube, lo que también significará capacidad informática adicional para los servicios existentes.
Inversión en acciones de empresas relacionadas con la nube
Mientras el mundo se vuelve más conectado y un mayor número de dispositivos se vincula a la red global, la nube será cada vez más poderosa y presente. Además, a medida que surjan nuevas tecnologías relacionadas con la nube, esta se arraigará aún más en nuestras vidas y se convertirá en una parte aún más importante de la sociedad contemporánea.
Para ofrecer a los inversores la oportunidad de invertir en la computación en la nube, eToro ha creado el Smart Portfolio CloudComputing, un portafolio diversificado que incluye a actores puros junto a gigantes tecnológicos de este sector. El portafolio ofrece una oportunidad de inversión y una forma de calibrar y medir el crecimiento de la industria y de las empresas que operan en ella. Para realizar un seguimiento de su rendimiento, añada CloudComputing a su lista de vigilancia hoy mismo.
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Fuentes:
- https://www.globenewswire.com/news-release/2019/05/30/1859268/0/en/Cloud-Computing-Market-will-grow-at-CAGR-of-10-2-to-hit-696-25-billion-by-2025-Global-Analysis-by-Trends-Size-Share-Deployment-Product-Organization-size-Application-and-Regions-Adr.html
- https://www.fool.com/investing/2019/08/06/why-cloud-computing-could-be-a-major-investing-the.aspx
- https://leftronic.com/cloud-computing-statistics/
- https://www.mcafee.com/blogs/enterprise/cloud-security/12-must-know-statistics-on-cloud-usage-in-the-enterprise/
- https://www.gartner.com/en/newsroom/press-releases/2020-04-03-gartner-cfo-surey-reveals-74-percent-of-organizations-to-shift-some-employees-to-remote-work-permanently2
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