La primera vuelta de las elecciones francesas ha concluido y ya se conocen los resultados. Tras una carrera muy reñida, los dos candidatos que se enfrentarán en la segunda vuelta el 7 de mayo serán Emmanuel Macron y Marine Le Pen. Con estos dos candidatos compitiendo en la vuelta final, Francia afronta dos futuros posibles, y cada uno tendría un efecto distinto en el mercado.
Por una parte, una victoria de Macron traería estabilidad a la UE y calmaría la ansiedad patente desde la votación por el Brexit del pasado junio. Por otra parte, si gana Le Pen, podríamos asistir al principio del colapso de la UE y tendríamos que empezar a practicar la palabra «Frexit». Por lo tanto, ¿qué puede aportar cada uno de estos candidatos? A continuación se muestra un desglose del panorama que cabe esperar en sendas victorias.
Emmanuel Macron
Macron es, sin duda, el candidato preferido de la UE. Desde una perspectiva económica, Macron se ha autoproclamado un «europeo convencido» que desea estrechar la relación entre Francia y la UE. A nivel interno, este antiguo ministro de economía de 39 años quiere reducir los impuestos a las empresas, renegociar la semana laboral de 35 horas y rebajar la tasa de desempleo. La postura de Macron respecto a la inmigración es bastante liberal y ha declarado que él cree en el libre movimiento dentro de la UE para sus ciudadanos. Las encuestas revelan que es el favorito para la segunda vuelta y una victoria suya sin duda rejuvenecería a la UE y aliviaría algunas de las tensiones que se han notado recientemente en la Unión.
Marine Le Pen
La candidata nacionalista de extrema derecha es probablemente la peor pesadilla de la UE. Apoyada en una política de orgullo nacional, contraria a la inmigración y euroescéptica, una victoria de Le Pen supondría un terremoto para Europa y el mundo. Sus directrices económicas son bastante estrictas y podrían hacer mella en la economía francesa si mantiene su promesa de una semana laboral obligatoria de 35 horas y una edad de jubilación de 60 años. Su férrea postura frente a la inmigración, que exige la deportación de los inmigrantes ilegales y limita significativamente la inmigración legal, podrían resultar una carga, en caso de llevarse a cabo, para la economía francesa. No obstante, lo positivo sería un fortalecimiento de las relaciones entre Francia y EE. UU. pues algunos de los ideales de Le Pen los comparte plenamente el presidente Donald Trump.
Independientemente de quién gane, los franceses se despertarán ante una realidad distinta el 8 de mayo. Sea Macron o Le Pen quien se lleve la victoria, los resultados tendrán un gran impacto sobre el país y la UE en su conjunto. Habrá muchas oportunidades para que los inversores se beneficien de un resultado o del otro, pues uno implicaría estabilidad en Europa, mientras que la otra supondría una especie de revolución en la UE.