Re-balancear las carteras y aumentar el cash.

Situación global

Nos parece interesante en estos momentos de incertidumbre, volver a estudiar y analizar qué jugadores participan en el mercado y cómo actúan. Los inversores institucionales y los conocidos como no bancarios, que incluye todo el trading de alta frecuencia (HFT), siguen representando en su conjunto cerca del 75% del volumen total observado (hablamos del mercado norteamericano). Los inversores “retail”, que en los dos últimos años han llegado a representar hasta el 25% del total, vuelven a lecturas más bajas del entorno del 19%. Todo esto es importante de cara a comprender los flujos y a qué responde la variación de los mismos.

Venimos observando cómo, del lado institucional y según el BoFA, el porcentaje de renta variable en las carteras de aquel tipo de inversor, se colocaba en máximos históricos (por encima del 60% del total). La entrada progresiva de más dinero en bolsa, muy cercana a los 900.000 millones de USD sólo en 2021 (en lo que viene a ser un monto mayor que el visto en los últimos 19 años), explicaría una parte de los niveles alcanzados por las cotizaciones. En este sentido, vigilar cómo se mueven ahora esos inversores, con salida de dinero en las últimas dos semanas, nos pueden dar las pistas de qué esperar con los precios en caso de continuar esa situación. 

Del mismo modo y atendiendo a los jugadores de HFT, éstos están tras los violentos movimientos, tanto al alza como a la baja, consecuencia del trading sistemático. La cobertura del efecto Gamma, por ejemplo, lleva a que en determinadas ocasiones, se tenga que comprar cuando sube el mercado, y se tenga que vender cuando esta baja. De ahí gran parte de los ajustes rápidos en poco tiempo que nos han sorprendido esta semana pasada y la necesidad de conocer esa situación.

Los inversores retail, van perdiendo parte del “momentum” que tuvieron, empezando a verse cierta reversión de los logros alcanzados y de cómo ese poder social ha pasado, cuando menos, a una situación de menor impacto global. Del mismo modo, entender las fases de acumulación y distribución, es interesante por ser este tipo de inversores los últimos en incorporarse al mercado en fase terminal. 

Y es en estos momentos de incremento de volatilidad, incertidumbre sanitaria, dudas sobre la correcta ejecución de la política de la FED, alta inflación, desempleo que regresa a niveles de febrero de 2020 en USA y la sensación de estar cerca del estallido de la “burbuja de todos los activos”, cuando conocer la variación de esos flujos anteriores, nos indican las razones de los mismos. De momento y en ese contexto, observamos un ajuste a la baja del riesgo de inversores institucionales y profesionales, aceleración de los movimientos por ajustes de carteras en trading sistemático y, del lado retail, ventas en modo pánico con generación de pérdidas. Mientras estas fuerzas no se vuelvan a equilibrar, seguiremos inmersos en alta volatilidad y la duda de si es este el inicio o no del estallido de la burbuja. Creo que, de momento, es aún pronto para afirmar tal hecho relevante, pero, sin duda alguna, toca re-balancear las carteras y generar la mayor cantidad posible de cash. 

Hay que destacar el inicio de ajustes de previsiones de crecimiento que han empezado a verse en Wall Street. De este modo y a raíz del ómicron, Goldman Sachs ha sido de los primeros en reducir el GDP esperado para US. La siguiente tabla muestra los datos de GS contra los del consenso, estando por debajo en todos los trimestres de 2022.

S&P

Veníamos avisando del alza de volatilidad que se parecía estar gestando desde inicio de noviembre. Sin embargo, ha sido en estas últimas sesiones cuando el VIX se ha disparado y se coloca por encima de los 30 puntos. Aumento de incertidumbre y muy baja liquidez han propiciado estos movimientos bruscos que no veíamos desde inicio de 2021. 

Sin embargo y pese a lo que pudiera pensarse inicialmente, si tomamos la serie desde 1990 y hasta hoy, con respecto a las ocasiones en las que el VIX ha experimentado los mayores aumentos de una sesión a otra, y calculamos las variaciones del S&P500, una semana después y 1, 3, 6, 9 y 12 meses después, la media muestra que la rentabilidad ha sido positiva en todas esas fechas. 

Desde un punto de vista técnico, el S&P500 sigue pivotando sobre la primera zona clave de los 4500-4550 puntos que, de momento y tras varios intentos, sigue funcionado. Si se perdiera esa zona, los siguientes soportes relevantes se sitúan en los 4480, 4400 y 4380 puntos. Por arriba, recuperar los 4650 puntos es clave para pensar que esta corrección no irá a buscar niveles inferiores. 

IBEX-35

Perdidos los 8250 puntos, sólo queda jugar la carta de la sobre-venta en la que ha entrado el Ibex-35, para pensar que se trata de una pérdida momentanea y se volverá a superar esa zona en la sesión del lunes. Ver un mínimo por debajo de los niveles de la semana anterior (8197), significaría purgar en la herida del Ibex y serían los 7700 puntos el siguiente objetivo bajista. Por arriba, hasta que no se recuperen los 8620 puntos y se cierre el gap bajista, no pensaremos en niveles mayores. La zona 8200-8600 se queda como posible rango de control, a modo de consolidación. 

Criptoactivos

No podemos negar, aún sea en el corto plazo, el aumento de correlación entre los mercados clásicos y los critoactivos. Bien sea por la mayor adopción y la entrada de inversores institucionales, o bien por el exceso de apalancamiento que siempre termina por pagarse, lo cierto es que el miedo y cambio de sentimiento lo hemos visto en los dos mercados, poniendo en tela de juicio, el papel de oro digital que puede tener bitcoin (BTC). 

Puestos a analizar lo sucedido, con caídas del 20% en la mayoría de activos, hay que destacar unos hechos claros observados. En primer lugar y como se muestra en el gráfico, aumento de flujos hacía las exchanges antes de asistir a la gran caída. En segundo lugar, niveles de apalancamiento extremo que alcanzaron máximos históricos. Por último, el “Whale ratio” tocó máximos de tres años. Es decir, se dieron todos los requisitos para, en este momento de incertidumbre generalizada, reducir riesgo en activos digitales por parte de inversores de todo tipo. 

El alto apalancamiento existente, ha provocado la liquidación de posiciones alcistas masiva por valor de 2.000 millones de USD, motivo del desplome de precios de forma tan rápida. 

Desde un punto de vista técnico y para el BTC, perdida la primera zona clave de los 53.000 USD, los precios se han ido a buscar la inmediatez del siguiente soporte en los 40.000 USD. Fuerte rebote desde esa zona para estar ante los 48.000 USD primero y los 53.000 USD como soporte convertido ahora en resistencia. Y ese es el nivel a vigilar. Si los precios saltan de los 48k, los 53K se alcanzarán de inmediato y pondremos el objetivo en los 58k. Pero, si volvemos a ver ataque a la zona de los 42k-40K USD se abrirá el camino para ir a buscar apoyo en zonas de los 37500 primero y los 30.000USD después.