¿Invertir en “activos papel” o bien invertir en activo “físicos y reales”? Está pregunta que se hace cualquier inversor tiene múltiples aristas a las que hacer frente cuando se quiere analizar su respuesta ¿cuál es la conclusión? ¿Son más o menos seguras las inversiones en “activos papel”?
Definimos activos papel aquellos productos de inversión donde invirtamos y como contraprestación a nuestras inversiones nos entreguen un papel que nos diga que hemos invertido tal dinero aquí o allí, pero que en realidad no nos entregan físicamente una parte de aquello que hemos invertido. Y en la práctica, salvo que concentremos nuestras inversiones en determinadas materias primas, (y así y todo, ni en todas, ni en todos los supuestos), esta es la forma de inversión que nos encontraremos por antonomasia.
Dicho de otro modo, nuestra cuenta en Dólares, nuestra cuenta bancaria corriente de toda la vida, nuestro plan de pensiones, nuestros fondos de inversión, todos estos elementos, sus cartillas de cartón, sus contratos de papel, y las páginas de seguimiento online donde podemos seguir nuestras inversiones, no son en todo caso nada más que lugares donde se nos índica que tenemos ese dinero y en ese activo en concreto, pero nosotros no tenemos ese activo en sí mismo. Por ejemplo, en el caso de las divisas, nunca lo tendríamos, pues aún y cuando almacenásemos en casa los billetes de X divisas, en realidad nos estaríamos guardando un puñado de papeles de un determinado Banco Central que en cualquier momento de la historia podría quebrar y no pasar más que a ser papeles de juguete (como ya ha pasado en otros momentos de la historia, y que no hace mucho hemos estado al borde de volver a vivirlo).
¿Eso nos tiene que hacer dudar siempre de la inversión en papel? No, no y no, pero lo hemos de hacer en mercados sanos, con sentido común y apostando por lugares con seguridad jurídica, estabilidad política, etc. Y también intentando, porque no, diversificar invirtiendo en productos físicos.
Ahora bien, lo anterior tiene sus límites, pues por ejemplo podremos almacenar oro, diamantes, incluso obras de arte, etc., pero si invertimos en otros elementos como cereales, petróleo u otros muchos productos es imposible que almacenemos nuestra inversión en casa, nadie guarda por ejemplo barriles de petróleo en su domicilio, es inoperativo e irreal.