Snap Inc. ha conseguido superar todas las expectativas en lo que es la mayor OPV tecnológica desde la de Alibaba en 2014, y ha visto como el precio de su acción se ha disparado en los primeros días posteriores a su salida a bolsa. Como el precio de su acción se ofertó inicialmente en $17, la empresa cerró su primer día de cotización en bolsa con una subida del 44 % y, desde entonces, ha obtenido un crecimiento aún mayor. No obstante, a pesar de estos resultados impresionantes, es posible que los inversores conservadores piensen que aún es demasiado pronto para declarar a Snap vencedor de esta contienda.
Snap Inc., la empresa creadora de Snapchat, ha sido una de las empresas más de moda en el sector tecnológico últimamente, pues ha captado mucha atención y se ha consolidado como una empresa valorada en miles de millones de dólares. Desde su fundación en 2011, ha captado más de 150 millones de usuarios activos cada día y ha recibido ofertas de adquisición por parte de gigantes como Facebook.
A pesar de generar un flujo continuo de ingresos en los últimos años, la empresa está muy lejos de ser rentable, y ha registrado pérdidas superiores a 500 millones de $ en 2016. Además, antes de salir a bolsa, Snap ha declarado que quizá nunca consiga ser una empresa rentable. Sin embargo, esto es algo bastante habitual entre las compañías tecnológicas, pues se centran más en la captación de usuarios que en la generación de ingresos.
El rápido crecimiento de SNAP ha hecho muy felices a sus inversores
Desde su salida a bolsa en la mañana del 1 de marzo de 2017, SNAP ha sumado más de $10 al precio de su acción, llegando a un máximo de $29 para luego establecerse en algo más de $27 al cierre de la sesión del viernes. Este incremento del 58 % en su valor ha hecho que las entidades que se han encargado de la OPV y los inversores estén muy contentos, pero en realidad no puede servir como indicador fiable del desempeño que vaya a tener la acción de SNAP en el futuro.
A pesar del optimismo que reina en el mercado, algunos analistas siguen sosteniendo que la valoración de la empresa es exagerada y, por tanto, que no podrá mantener el precio actual de la acción. A Snap se le compara a menudo con Twitter, pues el precio de su acción se disparó más del 72 % el día de su OPV para luego caer por debajo del precio inicial de la acción dos años después. Por el contrario, Facebook, una empresa extremadamente rentable, solo ganó un 0,61 % el día de su OPV. Entre tantas especulaciones, es bastante posible que se produzca una alta volatilidad en el precio de la acción de Snap a corto plazo.
¿Hacia dónde se dirigirá Snap a partir de ahora?
Es aún muy pronto para valorar de forma concluyente el futuro de Snap; no obstante, es posible que se produzca uno de los escenarios que se indican a continuación:
- El escenario de Twitter: cuando Twitter salió a bolsa en 2013, el precio de su acción subió rápidamente y cerró con una ganancia superior al 70 %. Sin embargo, tras no ser capaz de monetizar su base de usuarios, y al tener que realizar grandes cambios en su equipo de dirección, volvió a obtener pérdidas y, hoy en día, cada vez más analistas recomiendan vender o «vender en corto» la acción. Si a Snap le va como a Twitter y fracasa en su intento de monetizarse en un plazo razonable de tiempo, es posible que sus accionistas pierdan la paciencia y acaben vendiendo sus acciones, lo que provocaría la caída en el precio de la acción.
- El escenario de Facebook: al contrario que Twitter, Facebook ha demostrado ser increíblemente competente a la hora de monetizar su base de usuarios y sigue ampliando sus operaciones. Aunque tanto Facebook como Snap operan en el sector de las redes sociales, es importante recordar que Facebook ya era una empresa rentable cuando salió a bolsa en 2012. Dicho esto, si Snap encuentra la manera de monetizar sus usuarios rápidamente, desarrollar nueva tecnología y obtener beneficios en años venideros, podría acabar teniendo éxito e incrementar su capitalización de mercado.
- El escenario de LinkedIn: la red social de orientación profesional salió a bolsa en 2011, y en su primer día de cotización, el precio de su acción subió más del doble, presentando altibajos y alcanzando su valor máximo histórico en 2015. Sin embargo, tras recibir malas previsiones a principios de 2016, la empresa vio cómo el precio de la acción se desplomaba más de un 40 % en un solo día. Pese a ello, se había establecido por entonces como una destacada red social y fue finalmente adquirida por Microsoft. Las noticias de esta adquisición dispararon el precio de la acción, que desde entonces ha permanecido estable. Aunque no es la estrategia que Snap, en un principio, había diseñado, es posible que acabe siendo comprada por Facebook u otro competidor, un escenario que con toda probabilidad le proporcionaría a sus accionistas un alto rendimiento de sus inversiones.
¿Es SNAP una buena oportunidad de inversión?
Aunque ha obtenido unos estupendos resultados iniciales, todavía existe mucha incertidumbre en torno a Snap. Es de esperar que le den cierto margen, pues ha declarado abiertamente que su objetivo no es obtener beneficios a corto plazo. Por tanto, es probable que cualquier noticia que se conozca sobre sus planes de monetización haga subir el precio de la acción. Al mismo tiempo, la principal fortaleza de Snap es su creciente base de usuarios y su popularidad entre los usuarios jóvenes; por tanto, mientras la empresa mantenga esa tendencia, estará cumpliendo su promesa a los ojos de sus inversores. Dicho esto, si Twitter nos ha enseñado algo, es que al final los inversores pierden la paciencia, y la captación de usuarios, que solo se produce a expensas de la monetización, solo puede levantar la empresa durante un tiempo limitado. En cualquier caso, en semanas y meses venideros, Snap ofrecerá casi con toda seguridad oportunidades interesantes para los inversores tanto a largo como a corto plazo.