Socio de eToro desde hace mucho tiempo, la superestrella del tenis Gael Monfils ha celebrado hace poco una hazaña poco común: 500 victorias en su carrera profesional como tenista. Nos sentamos con él para charlar sobre su trayectoria deportiva, sus hábitos de inversión y su vida cotidiana.
Monfils siempre ha sido un jugador de éxito durante toda su trayectoria, de más de 17 años. Conocido por su extravagante comportamiento en el terreno de juego, fuera de la pista es exactamente lo contrario: tranquilo, sereno y muy agradable. Su enfoque en su profesión, así como sus pasiones fuera del terreno de juego, lo convierten en una persona verdaderamente admirable.
“Ya lo sabía justo antes del partido”
En agosto de este año, Monfils alcanzó un hito con el que la mayoría de los deportistas profesionales solo pueden soñar: 500 victorias profesionales. Esto posiciona a Gael como el décimo jugador activo del mundo con más victorias a su espalda, y en la posición 53 de todos los tiempos. “Justo antes del partido, ya sabía que si ganaba, serían 500 victorias. Pero no me puso nervioso”, me cuenta Gael en una entrevista por vídeo.
Con un micrófono de calidad espectacular, un fondo bien colorido y figuritas de Funko Pop! de sus personajes favoritos de la cultura pop, Gael parece mucho más joven (tiene 34 años) e, incluso, parece ser más un streamer de Twitch (que en realidad lo es) que un deportista profesional. Sin embargo, cuando le toca jugar, es un máquina, tal y como lo indica lo que me dijo sobre su enfoque antes de su victoria número 500: “En un momento dado, sabía que estaba cerquísima y sabía que lo alcanzaría, pero me centré en meterme más de lleno en el torneo (el Western & Southern Open)”.
“Me ha costado un año y medio recuperar la dinámica”
“Fue difícil para mí jugar con gradas vacías. Me gusta sentir la energía del público y sentir a la gente a mis espaldas”. Conocido por muchos como “el showman del tenis”, Gael tiene una relación única con la gente y extrae gran parte de su energía de los fans que están viendo el partido en las gradas. Esta fue la razón por la cual la pandemia le golpeó más que a otros deportistas. “La covid rompió con mi dinámica. Me resultó algo difícil de gestionar. Justo antes de la pandemia, estaba jugando como nunca antes y casi logro la clasificación más alta que jamás había alcanzado. Y me ha llevado un año y medio recuperar la dinámica”.
Durante ese tiempo, Gael usó las redes sociales (Instagram, Twitch, Twitter y TikTok) para subir feeds, retransmitir en directo jugando a videojuegos y hacer entrevistas improvisadas. Esto le mantuvo en contacto con sus fans. “Toda relación se volvió virtual. De hecho, esto me permitió acercarme más a los fans a través de las redes sociales, porque así puedo hablar con ellos”.
Sin embargo, a pesar de encontrar el lado positivo en una situación que de otro modo sería nefasta, volver a jugar con público y en vivo era algo que Gael quería vivir ya. “Volver a una pista a rebosar de público fue algo surrealista. Pasar de jugar frente a 10 000 personas a jugar frente a nadie fue bastante difícil. Mi primer partido después de todo fue en Toronto y fue increíble. No me podía aguantar más. Obviamente, fue muy especial”.
“La palabra más importante para mí es ‘disciplina'”
Gael tiene muchos hobbies diferentes, como coleccionar relojes, jugar a videojuegos y producir música. “La gente a veces dice: ‘Juegas al tenis, así que céntrate en el tenis’. Sí, soy un buen jugador de tenis, pero tengo mis aficiones. Parece como si nos quisieran encasillar a todos los deportistas, pero la mayoría de nosotros también podemos ser excelentes en otras cosas”.
“La palabra que es más importante para mí es ‘disciplina'”, explica. “Practico tenis entre 6 y 7 horas todos los días, por lo que administro mi vida alrededor de esto. La disciplina me viene de mis padres. Siempre me enseñaron a perseguir mi pasión, pero también a ser libre, a ver que la vida es hermosa si tienes curiosidad y quieres aprender”.
“La gente me ve como un showman, lo que es genial: es quien soy. Pero olvidan que (los deportistas) somos seres humanos con emociones y que tenemos nuestras familias”, comenta Gael. No es de extrañar que ponga tanto énfasis en esto, ya que su esposa, Elina Svitolina, también es tenista profesional.
“Tenemos un objetivo común: ser deportistas de alto nivel”, manifiesta Gael. “Entendemos los sacrificios necesarios, entrenamos juntos y siempre intentamos sacar lo mejor de cada uno. A veces, resulta más difícil porque, en algunos torneos, cada uno tenemos que ir por nuestro lado, pero tratamos de buscar torneos en las mismas zonas para poder estar juntos”.
“Mi cartera es sólida gracias a las acciones en las que creo”
Además de sus hobbies, Gael también es inversor de eToro. Lleva invirtiendo con eToro desde 2017, siempre con bastante constancia. “Con mi cartera de eToro, me centro en el medio y largo plazo. Por lo general, no hago inversiones a corto plazo”, dice.
“Mi cartera es sólida gracias a las acciones en las que creo. Siempre se necesita un poco de suerte, aunque también confiar en las empresas en las que se invierte. Tengo mucha tecnología (en mi cartera). Creo que nuestra generación cree en la tecnología y estas empresas están detrás de algunos de los mayores cambios en nuestras vidas”.
Le pregunté sobre las similitudes entre ser un deportista profesional y un buen inversor, a lo que respondió esto: “En ambos casos hay que tener mucho cuidado. Como deportista, tienes que estar muy atento antes, durante y después de los partidos. Lo mismo ocurre con las inversiones: tienes que leer mucho antes, durante e incluso después de invertir”.
“Hay que ser muy disciplinado (a la hora de invertir), que es lo más difícil para muchas personas. El tenis es lo mismo. No puedes dejar de practicar y debes tener cuidado de no practicar demasiado; es decir, debes tener un plan. Tanto el tenis como las inversiones son muy arriesgados, pero si eres disciplinado, puedes lograr el éxito”.
“Tengo mucha suerte por poder vivir de mi pasión”
Gael lleva jugando profesionalmente 17 años y ha logrado mantenerse en la cima durante casi toda su carrera: siempre está entre los 20 mejores jugadores del mundo. “Es bastante natural, si te soy sincero”, dice con una sonrisa. “Amo mi deporte, amo lo que hago. Tengo mucha suerte de vivir de mi pasión. Tengo la suerte de tener éxito en lo que soñaba cuando era joven. Supongo que cuando llegue el día en que no me apetezca levantarme para practicar, cuando pierda la disciplina, creo que será el final de mi carrera como tenista profesional. Pero creo que aún me queda mucho. Quiero llegar a las 600 victorias antes de que dé por terminada mi carrera”, concluye.