¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No, es otro dron surcando los cielos. En los últimos años, parece que el cielo se está llenando de estos aparatos voladores, y se prevé que sigan aumentando en un futuro cercano. Aunque aún no estamos en un mundo de ciencia ficción como el que se muestra en la película Ready Player One, donde los drones de reparto de pizzas van de un lado a otro, tampoco estamos tan lejos de ese escenario, y las oportunidades de inversión también comienzan a despegar.
A finales de 2017, el mercado global de drones comerciales se estimaba en 1700 millones de dólares, pero se espera que crezca hasta la desorbitante cifra de 179 mil millones de dólares en 2025¹. Se prevé que los drones comerciales inteligentes sean el factor clave de crecimiento, pero la expansión del mercado se está viendo obstaculizada actualmente por las reglamentaciones.
Un mercado a punto de despegar
Aunque distintos ejércitos del mundo han estado empleando aviones y otros aparatos voladores no tripulados durante décadas, solo en los últimos años se han empezado a utilizar con otros fines más comerciales.
Ejército
Los vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) se han convertido en una parte cada vez mayor de las actividades militares y de las fuerzas aéreas en todo el mundo, por lo que sigue siendo el uso más común para los drones. Este mercado de drones (que varía desde drones de reconocimiento del tamaño de un pájaro a enormes aeronaves no tripuladas del tamaño de un avión de pasajeros), cuyo valor se cifra en 70 mil millones de dólares, seguirá siendo un importante motor de innovación y desarrollo tecnológico de este sector.
Consumo
En todo el mundo, el mercado más habitual es para uso recreativo, pues los aficionados particulares constituyen una gran parte de esta porción de 17 mil millones de dólares de este sector. No obstante, los drones se están volviendo cada vez más populares para filmar eventos deportivos, conciertos y otras concentraciones masivas de personas.
Comercial
Aunque no se trata de la mayor cuota del mercado y actualmente se estima en 13 mil millones de dólares para el año que viene, se cree que el mercado comercial/civil experimentará el crecimiento más rápido. En manos de empresas y gobiernos civiles, se prevé que los drones se empleen en los sectores de construcción, ciudades inteligentes, agricultura, petróleo, policía, y más.
Diversas industrias utilizan vehículos aéreos para supervisar sus actividades. Los oleoductos que cubren largas distancias se benefician de su supervisión aérea, que actualmente realizan helicópteros tripulados. Sin embargo, los drones podrían ser mucho más rentables, pues son mucho más baratos de fabricar y no requieren piloto.
Los drones también pueden causar un impacto en la agricultura. Como la tecnología de los drones ya es mucho más barata que las soluciones tradicionales, los agricultores de países en vías de desarrollo podrían utilizarla para supervisar las cosechas desde el aire de una manera mucho más económica. Además, con los recientes avances en reconocimiento de imágenes, inteligencia artificial y aprendizaje automático, es posible que estas tareas puedan realizarlas drones autónomos en el futuro.
Periféricos
La expansión del mercado de los drones afectará a otros sectores además de a los fabricantes de drones o las empresas que los utilizan. Es probable que procesadores, sensores, baterías y cámaras especiales y otros componentes se conviertan en una jugosa cuota de este mercado. Por tanto, el potencial financiero del mercado es también mucho mayor que el simple crecimiento de las empresas que fabrican o usan activamente los drones.
La tecnología base del funcionamiento de los drones ha llegado al mercado público hace pocos años, por lo que se estima que tendrá mucho margen de crecimiento. No obstante, para expandirse a estos mercados de forma eficaz, los drones deberán sobrevolar un obstáculo más: las reglamentaciones.
Cortando las alas
La reglamentación es quizá el factor más importante que obstaculiza el mercado en estos momentos. En Estados Unidos, un mercado clave para todo tipo de expansión tecnológica, la Administración Federal de la Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) sigue imponiendo muchas restricciones que imposibilitan el uso de los drones en varias industrias.
En la actualidad, la FAA limita la altitud de los vuelos comerciales de drones a 400 pies (unos 120 metros), no les permite volar sobre las personas y limita la distancia de vuelo a la vista del piloto. La combinación de estas tres limitaciones supone un importante desafío para los usos comerciales, pues muchos de los mercados potenciales a los que los drones podrían expandirse, requerirían que al menos cambie una de estas reglamentaciones. No hace falta decir que muchas entidades comerciales ya están presionando para que eso ocurra.
Potencial al alza
La empresa relacionada con los drones que más atención ha captado en los últimos años ha sido Amazon Prime Air, que se creó con la intención de realizar entregas en 30 minutos. Este servicio, que se anunció en el año 2016, aún no está disponible, principalmente por las reglamentaciones de la FAA antes mencionadas. Sin embargo, la tecnología de los drones puede ser un factor que revolucione muchos otros sectores.
Aparte de las industrias mencionadas anteriormente, los bomberos, las organizaciones humanitarias y los equipos de búsqueda y rescate podrían beneficiarse enormemente del uso de aparatos voladores que puedan realizar el reconocimiento de áreas peligrosas e incluso evacuar a heridos por su cuenta. Pero ahí no acaba la cosa. Seguridad privada, atención sanitaria y muchas otras industrias se podrían beneficiar del crecimiento del mercado de los drones.
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Fuentes:
1) https://www.reuters.com/brandfeatures/venture-capital/article?id=62679
2) https://www.goldmansachs.com/insights/technology-driving-innovation/drones