2017 podría ser un año muy interesante para el petróleo. Se presenta una situación única para el mercado del oro negro, pues algunos países han congelado su producción para que suban los precios, mientras que otros la están incrementando, lo que impide que suban más. Al depender la economía global del petróleo, siempre hay demanda constante, por lo que seguirá presentando oportunidades para los inversores tanto este año como los siguientes.
El mundo funciona con petróleo. Todo, desde la industria energética al transporte de mercancías, depende del petróleo y de sus productos derivados. Además se utiliza para crear materiales como el plástico. No es de extrañar por ello que sea la materia prima más negociada del mundo y que se haya convertido en un indicador de riqueza en muchos países. No obstante, a pesar de haber una alta demanda, se produce con mucha rapidez, lo que resulta en un exceso de oferta en el mercado. En 2016, el exceso de oferta global provocó la caída de los precios a su valor más bajo en 12 años, obligando a los productores a tomar medidas.
Las fuerzas que estimulan el mercado
En 1960, se fundó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), creando una poderosa organización de productores de petróleo con capacidad para tomar medidas colectivas e influir en el mercado. Hoy hay 13 países miembro de la OPEP que constituyen aproximadamente el 80% de las reservas mundiales de petróleo. Al ser una fuerza tan influyente en el mercado del petróleo, la organización puede tomar medidas para manipular los precios.
Tras mucho debate a lo largo de 2016, entró en vigor un acuerdo global para la ralentización de la producción en enero de 2017. En este histórico acuerdo, la OPEP contó con la participación de otros países no pertenecientes a esta organización, como Rusia, que es el mayor productor de petróleo del mundo. El objetivo de la congelación de la producción era reducir el exceso de oferta global y recuperar los precios del crudo. Sin embargo, sigue siendo un mercado abierto, por lo que los países que no participaron en este acuerdo lo vieron como una oportunidad para incrementar la producción y llenar el vacío.
¿Hacia dónde se dirige el petróleo en 2017?
Desde una óptica inversora, el petróleo sigue siendo una oportunidad de inversión interesante, pues es sencillo identificar a muchas de las fuerzas que intervienen en los precios. La congelación de la producción estaba prevista en un primer momento para el primer semestre de 2017, pero podría prorrogarse durante el segundo y quizá durante todo el año. Si ese fuera el caso, significaría que la probabilidad de que los precios cayeran con rapidez sería muy baja. Al mismo tiempo, los países oportunistas seguirán casi con toda seguridad incrementando su producción, lo que podría impedir que subieran los precios en su situación actual.
Sin embargo, el mercado del petróleo es enorme, y siempre se producen eventos que pueden provocar una fluctuación repentina en el precio. La aprobación por parte del presidente Trump de dos grandes oleoductos a principios de 2017 implica costes menores de exportación para Canadá y Estados Unidos, lo que a su vez puede traducirse en precios aún más bajos del petróleo y un aumento en el exceso de oferta. Según avance 2017, será interesante comprobar si se rompe el estrecho margen de precios y cuál de las fuerzas determinará finalmente el resultado.
De cualquier modo, es seguro que este año presentará muchas oportunidades para los inversores en petróleo, y aquellos que sepan pronosticar con precisión la dirección que tomarán los precios del crudo obtendrán beneficios.