Parece que el Bitcoin está volviendo por sus fueros. La mayor y más conocida criptomoneda del mundo ha repuntado últimamente, con una excelente dinámica que recuerda a la gran racha alcista de las criptomonedas de 2017–2018. Al redactar estas líneas, esta criptomoneda había superado la barrera de los $18,000. La última vez que sucedió eso, a finales de 2017, terminó en máximos históricos de casi $20,000, aunque luego se desplomó un 70 %.
Los criptoactivos son productos de inversión no regulados y altamente volátiles. No existe protección para los inversores de la UE. Su capital está en riesgo.
El voto popular
Algo que sorprende tanto a entusiastas como a analistas de las criptomonedas es el hecho de que, a diferencia de hace dos años, no hay un aumento masivo en los volúmenes de búsqueda del Bitcoin y de términos relacionados con las criptomonedas.
Aunque esto pueda sorprender, hay bastantes explicaciones razonables:
- El Bitcoin ya es muy conocido: 2017 fue el año de la irrupción del Bitcoin. Aunque no era completamente anónima, pues era (y sigue siendo) la primera y mayor criptomoneda del mundo, era uno de los activos financieros menos conocidos. Sin embargo, sus tremendas fluctuaciones de precio en aquel entonces la hicieron destacar y se volvió extremadamente popular. Esta puede ser una de las razones por las que la gente ya no la busca, pues ya la conocen y siguen.
- El Bitcoin no tiene nada que ver con el coronavirus: por impresionante que sea esta reciente subida de precio, llega en un momento en el que muchos inversores a corto y a largo plazo se centran en noticias relacionadas con el coronavirus. Las nuevas vacunas, la imposición y retirada de medidas de confinamiento por parte de diversos gobiernos y las subidas y bajadas del precio del petróleo están captando más la atención en estos momentos.
- El gato escaldado del agua fría huye: hace dos o tres años, se produjo una fiebre del oro digital hacia el Bitcoin y otras criptomonedas. Algunas personas depositaron los ahorros de toda su vida en el Bitcoin, pensando que podrían duplicar o triplicar su dinero, pero terminaron sufriendo fuertes pérdidas cuando el mercado de las criptomonedas se desplomó tras el repunte. Estas personas pueden mostrarse extremadamente cautelosas con la simple mención de esta criptomoneda y, sin duda, no la buscarán activamente.
El Bitcoin en 2020
Como se ha mencionado anteriormente, las criptomonedas no han sido el centro de atención en 2020. Ese honor le corresponde a la COVID-19. La pandemia global ha paralizado a industrias enteras, ha obligado a miles de millones de personas a trabajar desde casa y, hasta ahora, se ha cobrado la vida de más de 1.3 millones de personas. Sin embargo, aunque esta terrible plaga ha estado causando estragos en todo el mundo, el Bitcoin ha cotizado al alza.
Los criptoactivos son productos de inversión no regulados y altamente volátiles. No existe protección para los inversores de la UE. Su capital está en riesgo.
Parece mentira, pero el Bitcoin comenzó el año en algo más de $7,000. Eso significa que en los últimos 11 meses, su valor ha aumentado por un factor superior a 2.5. Además, en torno al momento en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al coronavirus como una pandemia global, el Bitcoin cayó a un mínimo anual de unos $4,700(!). Su valor casi se ha cuadruplicado desde entonces.
Ahora el Bitcoin se está disparando. Los precios registrados en los últimos días no se habían visto desde finales de 2017. Aunque algunos analistas ya están vislumbrando la marca de $20,000 (y quien sabe si cuando se publique este artículo ya se habrá alcanzado), y creen que en cuanto los inversores minoristas se unan a la fiesta, el precio podría subir aún más, otros advierten de un efecto honda que podría provocar desplomes tan duros como los experimentados a principios de 2018.
Como es natural, no hay forma de saber hacia dónde se dirigirá el Bitcoin. ¿Veremos nuevos y espectaculares máximos históricos? ¿O se producirá una corrección a la baja? Solo el tiempo lo dirá. Una cosa es segura, a pesar de ser menos buscado en Google que antes, el Bitcoin vuelve a estar bajo los focos.
La compra de criptoactivos no está regulada en la mayoría de países de la UE y, por tanto, ningún sistema reglamentario europeo la supervisa ni cuenta con ninguna protección en la UE. Su capital está en riesgo.