Elegir dónde invertir tu dinero puede ser difícil, tanto si es tu primera vez como si ya tienes experiencia, pero comprender las diferentes clases de activos te ayudará en tu viaje de inversión. Cada clase de activo tiene sus peculiaridades, y experimentarás diferentes niveles de volatilidad a medida que las condiciones del mercado vayan cambiando con el tiempo.
Distribuir tu capital entre diferentes clases de activos te permitirá diversificar tu portafolio y puede ayudarte a gestionar el riesgo y obtener unos rendimientos más estables. Si una clase de activos tiene un mal rendimiento, esta pérdida podría verse compensada por otros activos que tengan un buen rendimiento, logrando que la volatilidad de la cartera sea menor.
Los instrumentos financieros se pueden dividir en diferentes categorías. Entre las clases de activos más populares, destacan las acciones, los bonos, los índices, los ETF, las materias primas, las divisas y los criptoactivos. Sigue leyendo para descubrir estas clases de activos, en qué consisten y por qué pueden ser una buena opción para diversificar tu portafolio.
Consejo: Generalmente, los instrumentos que forman parte de una misma clase de activos reaccionan de manera similar a los eventos del mercado y, en gran medida, estarán sujetos a las mismas normas y regulaciones.
Acciones
Se trata de activos que permiten a los inversores participar en la propiedad de empresas como Apple Inc., NVIDIA Corporation o Inditex. En un portafolio equilibrado, las acciones suelen constituir una gran parte de la cartera.
Los inversores comprarán acciones de una empresa si esperan que su negocio funcione bien para obtener un porcentaje de las ganancias futuras. Esto debería, a su vez, impulsar el precio de las acciones. Por otro lado, el precio debería caer si se considera que una empresa tiene un desempeño deficiente y los inversores venden sus acciones.
Otra razón detrás de la popularidad de la inversión en acciones es que se considera más fácil y rentable que la inversión en otras clases de activos. Así pues, no resulta extraño que muchos inversores asignen la mayor parte de su capital a acciones.
«Todo el mundo tiene el cerebro suficiente para ganar dinero en bolsa, pero no todo el mundo tiene suficiente estómago».
– Peter Lynch
Índices
Los índices bursátiles miden el rendimiento de un conjunto de acciones a lo largo del tiempo, las cuales suelen cotizar en un mismo mercado de valores, y se utilizan como referencia para observar la evolución de un sector concreto o del mercado en general.
En los Estados Unidos, el Dow Jones Industrial Average es uno de los índices más populares. Realiza un seguimiento del precio de 30 de las empresas públicas más grandes que cotizan en el NASDAQ y la Bolsa de Valores de Nueva York.
Los índices ofrecen una manera conveniente de ganar exposición a grupos de acciones de un mismo sector sin tener que invertir en ellas individualmente. Otros ejemplos son el NASDAQ 100 y el FTSE 100, que se centran en las 100 empresas más grandes que cotizan en el NASDAQ y en la Bolsa de Valores de Londres, respectivamente.
ETF
Los fondos cotizados en bolsa (ETF) son una clase de activos que goza de popularidad entre los inversores principiantes. Del mismo modo que los índices, los ETF permiten invertir en un conjunto de instrumentos, y los activos subyacentes suelen agruparse por sector o tipo de activo.
Entre los activos en los que se puede invertir mediante ETF, podemos encontrar desde bonos del gobierno de EE.UU. (iShares 20+ Year Treasury Bond ETF) hasta acciones de mercados emergentes (iShares MSCI Emerging Markets ETF) o del sector de la atención médica (The Health Care Select Sector SPDR Fund). La funcionalidad de los fondos cotizados los convierte en una opción fácil de usar y óptima para los inversores novatos.
Materias primas
Las materias primas son los materiales básicos que compran los fabricantes para impulsar la producción industrial a nivel global. El petróleo, el trigo y el cobre son solo algunos de los productos que se negocian en las bolsas internacionales, donde sus precios fluctúan según la oferta y la demanda.
Si crees, por ejemplo, que una situación geopolítica particular resultará en el aumento del precio del gas natural o del oro, podrías considerar abrir una posición de compra en estas materias primas.
Divisas
Las monedas fiduciarias de los países cambian de valor continuamente. Las fluctuaciones de las divisas pueden producirse como resultado de eventos geopolíticos, entre otros factores, y algunas de estas tendencias pueden perdurar a largo plazo.
Por ejemplo, si se considera que un país determinado es un mercado en crecimiento, una afluencia de inversores y empresas probablemente hará que su divisa se fortalezca. La inversión en divisas, también conocida como Forex trading, trata de aprovechar los cambios de valor de las monedas fiduciarias.
Criptoactivos
Los criptoactivos, como Bitcoin y Ethereum, son activos digitales que pueden transferirse, almacenarse o intercambiarse en la cadena de bloques (blockchain). Debido a que el sector aún está en su infancia, la volatilidad y, por lo tanto, las oscilaciones de precios, pueden ser extremas.
Como resultado, los criptoactivos suponen un riesgo mayor que el resto de clases de activos, aunque los rendimientos increíbles que han experimentado en los últimos años han hecho que muchos inversores los sigan considerando una opción de inversión interesante.
Consejo: Una clase de activos que, generalmente, se considera de bajo riesgo puede contener instrumentos de alto riesgo y viceversa.
Los criptoactivos son muy volátiles y no están regulados. Sin protección al consumidor. Pueden aplicarse impuestos sobre las ganancias.
Bonos
Los bonos son productos de renta fija en los que una de las partes presta capital a la otra parte. Por ejemplo, los gobiernos o las empresas que necesitan recaudar fondos pueden actuar como prestatarios o emisores de bonos. El prestatario ofrecerá un rendimiento fijo durante un periodo de tiempo determinado, que puede ir desde unos pocos meses hasta varios años.
Para los inversores, los bonos conllevan algunos riesgos, ya que podría darse el caso de que el emisor del bono se declarase en bancarrota y no pudiera pagar el préstamo. Este riesgo generalmente se refleja en el tipo de interés ofrecido: cuanto mayor sea el riesgo, mayor será el tipo de interés.
Consejo: Invertir en clases de activos de bajo riesgo, como los bonos, puede hacer que los rendimientos de tu portafolio sean más estables. A su vez, esto puede permitirte asignar un porcentaje más alto de tu capital en clases de activos de mayor riesgo, como las acciones.
Conclusión
En definitiva, desarrollar una mejor comprensión de las diferentes clases de activos y sus características específicas te ayudará a decidir qué combinación de inversiones se adapta mejor a tu tolerancia al riesgo.
Elegir varios tipos de inversiones para diversificar tu portafolio puede ayudarte a mitigar el riesgo, superar la volatilidad a corto plazo y obtener ganancias a largo plazo para seguir avanzando en tu camino hacia la libertad financiera, independientemente de lo que eso signifique para ti como inversor.
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Preguntas frecuentes
- ¿Cómo diversifico mi cartera?
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Para diversificar tu cartera, invierte en activos con comportamientos diferentes ante variaciones del mercado. Esto implica elegir inversiones que puedan apreciarse de formas distintas y no estén correlacionadas, reduciendo el riesgo general.
- ¿Cuánto tiempo debo mantener una posición en diferentes clases de activos?
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Cada clase de activos tiene sus propias características. Si estás buscando obtener ganancias a corto plazo, entonces los instrumentos con una menor volatilidad pueden ser una mejor opción, ya que hay menos posibilidades de que su valor se mueva en exceso.
Cuanto más largo sea el horizonte temporal de tu inversión, más amplio será el abanico de clases de activos en las que puedes invertir mientras mantienes un enfoque a largo plazo.
- ¿Estoy listo para empezar a invertir?
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Lograr el éxito en una inversión requiere una comprensión sólida de tus objetivos financieros, los activos y los mercados en los que inviertes y los términos clave asociados con la inversión. Además, los inversores deben tener un plan claro sobre cómo lograr estos objetivos.
Hay muchos otros aspectos de los mercados financieros que puedes estudiar para empezar con buen pie, pero si cumples con estos principios básicos, deberías estar listo para comenzar a invertir en bolsa.
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