A la hora de armar su cartera de inversiones, un operador debe ser muy cuidadoso con los activos que incluirá y la forma en la que dichos activos rendirán durante el plazo que planea retenerlos. Para evaluar esto, puede ser muy útil establecer un ratio de riesgo y beneficio en trading que esté dispuesto a mantener.

Por ejemplo, parecería lógico si un inversor estuviera dispuesto a arriesgarse más por una acción que, a su vez, le puede conseguir un retorno mucho mayor que otra acción de menor riesgo. A fin de cuentas, un mayor riesgo casi siempre está correlacionado con una mayor ganancia en caso de éxito, aunque no siempre se da el caso.

Para conocer tanto el beneficio esperado como el ratio de riesgo de un activo, muchos inversores utilizan índices como el Alfa y el Beta. Estas letras griegas, en finanzas, representan medidas de exceso en el retorno a la inversión, en el caso del Alfa, y de la variación en el valor del activo, en el caso del Beta.

Por otro lado, también existen otras medidas, como el Theta, el Delta, el Gamma y el Sigma.

En esta guía podrás encontrar información sobre cada una de ellas, para que luego puedas diseñar tu cartera de inversiones en base al riesgo que estés dispuesto a tomar y los beneficios que desees obtener. De este modo, elevarás tus estrategias de inversión y podrás sacar ventaja sobre los inversores menos experimentados.

¿Qué es el Alfa de una Acción?

Una de las dos medidas que debe tener en cuenta un buen inversor para determinar el riesgo y el beneficio de su portafolio es el Alfa.
El coeficiente Alfa es una medida que muestra la diferencia histórica que se dio entre el retorno a la inversión (ROI) de una acción y el retorno de un índice establecido, como el S&P 500. Esta diferencia busca mostrar cómo el rendimiento de ese activo se compara con el rendimiento en general de una buena porción del mercado.

Por lo tanto, si una acción muestra un rendimiento que se ha mantenido por encima del S&P 500, u otro índice de referencia, a lo largo de los años, tendrá un Alfa positivo y será probable que su retorno a la inversión sea más fructífero que en otros activos en general.

Sin embargo, puede suceder lo contrario: el Alfa puede ser negativo si se muestran evidencias de que un activo suele tener un rendimiento por debajo del índice, lo que seguramente indique una inversión con menores retornos.

¿Qué es el Alfa de una Acción?

 

Esta medida, que, por otro lado, suele tener una correlación con el riesgo calculado por el Beta, guarda un vínculo con un estilo de inversión llamado Gestión Activa de Cartera. Los inversores que se identifican con esto tienen como objetivo realizar inversiones cuyos rendimientos superen a los de los índices de referencia, como el S&P 500.

Puesto que, generalmente, un mayor retorno conlleva también un mayor riesgo, hay muchos inversores que prefieren establecer un tipo de cobertura en sus carteras, basados en el coeficiente Alfa. Por ejemplo, al invertir en un activo de Alfa (Alfa stock en inglés) alto con gran riesgo, lo compensan con otra inversión de mayor seguridad, es decir, con un Alfa más bajo o incluso negativo.

¿Cómo calcular el Alfa de una Acción?

El álgebra que se emplea para calcular el alfa de una acción es simple:

α = R – Rf – β (Rm – Rf)

Donde:

  • R es el retorno a la inversión que efectivamente da el activo.
  • Rf es el retorno sin riesgo o asegurado de la acción.
  • Rm es el retorno del mercado o índice de referencia. En este caso, es muy común tomar en cuenta el índice S&P 500, puesto que representa a una parte significativa de las empresas con un buen desempeño en el mercado de valores. Sin embargo, la elección de este índice puede variar dependiendo de las expectativas del inversor, lo que, a su vez, provocará variaciones en el Alfa.
  • β, o Beta, es el riesgo de la acción, que proviene de otro cálculo que se verá en la próxima sección de esta guía.

Un aspecto más a tener en cuenta es el lapso de tiempo que se toma como referencia. Esto puede cambiar el retorno histórico de la acción, por lo que generará variaciones en el resultado final del Alfa. Generalmente, se utiliza un espacio de tiempo de 12 meses.

Con todo ello, se obtendrá el coeficiente Alfa. Este puede ser positivo, negativo o neutral. Es decir: un Alfa de 3 (positivo) significará que la acción generó un retorno 3 % mayor que el del índice de referencia. Uno de -3, que se habrá generado un retorno 3 % menor. Y un Alfa de valor 0 mostrará que la acción tiene el mismo retorno que el índice de referencia.

¿Qué es el Beta de una acción?

El Beta es un término fundamental en el cálculo del Alfa. Con él se expresa el riesgo de la acción, por lo que es una manera de quitar el énfasis exclusivo en el retorno de la acción. Así, no es lo mismo una acción de gran retorno con mucho riesgo que otra cuyo riesgo es menor.

Para dar una medida del riesgo, el Beta se basa en la volatilidad de la cotización de una acción. Es decir: el Beta indica la variación del precio, y esto se toma como referencia del riesgo.

¿Qué es el Beta de una acción?

Del mismo modo que el Alfa, el Beta se obtiene a través de un cálculo en el que se compara la volatilidad de la acción con la volatilidad general del mercado o un índice de referencia. Su resultado, para evitar hacer el cálculo, se puede encontrar en la sección de Estadísticas de cada acción en eToro.

En base al coeficiente Beta de las acciones, hay distintas estrategias que tener en cuenta, algunas de ellas también se contemplan en el Alfa. Por ejemplo, la llamada Beta alta.

¿Cómo calcular el valor Beta de una acción?

Si bien el valor del Beta se puede encontrar en los sitios de los brókeres online como eToro, puede ser útil para un inversor conocer la forma en la que se calcula. De este modo, sabrá cómo es que se genera ese coeficiente y entenderá por qué puede llegar a cambiar.

El cálculo del Beta de una acción es el siguiente:

β = Cov(R, Rm) / Var(Rm)

Luego, el resultado dará distintas interpretaciones:

  • Si β > 1, esto significará que la volatilidad aumenta en mayor medida que la variación del valor del índice. Generalmente, estas acciones pueden generar mayores ganancias dado su riesgo.
  • Si β = 1, la volatilidad es igual a la del mercado en general o el índice de referencia.
  • Si β < 1, la volatilidad será menor, así que el riesgo será también menor, por lo que será una acción más segura a la hora de invertir, aunque probablemente los retornos no sean tan grandes.

Gracias a este cálculo, también, muchos inversores toman sus decisiones acerca de la diversificación de la cartera. Es decir: seleccionan acciones de distintos Betas, para que sus riesgos no sean correlativos y la caída de una cotización pueda ser compensada por el aumento o consistencia de otra. De este modo, el riesgo promedio de la cartera de inversiones se reduce.

¿Qué es el Modelo de Valoración de Activos (CAPM)?

Tanto el Alfa como el Beta son elementos claves en el Modelo CAPM (Capital Asset Pricing Model). Muchos inversores opinan que es esencial saber qué significa CAPM en finanzas, puesto que puede ayudar en gran manera a decidir si una inversión vale la pena, según el riesgo y el beneficio que se pueden observar de antemano.

Como se verá, el Beta es un término crucial en la fórmula del CAPM, mientras que el Alfa entra en los cálculos más tarde. La ecuación del CAPM es la siguiente:

R = Rf + β (Rm−Rf)

Esto dará el retorno esperado de la acción (R) que luego se utiliza en la fórmula del Alfa. De hecho, el Alfa mostrará la diferencia entre el retorno esperado y el retorno real.

Asimismo, este modelo suele utilizarse dentro de un marco analítico que incluye otros tipos de análisis financiero. Por ejemplo, el análisis fundamental y el análisis técnico son otras formas que toman en cuenta los inversores al decidir sus operaciones y al armar su cartera de inversiones.

Otros “Griegos”: Delta, Gamma, Theta y Sigma

Alfa y Beta no son las únicas letras griegas que se utilizan para nombrar coeficientes en finanzas. Por ejemplo, el Theta, el Delta y el Gamma sirven para medir el riesgo de los contratos de opciones. Este tipo de contratos sirven para apostar por la caída del valor de una acción, por ejemplo, puesto que determinan el precio por el que se podrá vender al terminarse el plazo establecido.

Theta

El Theta es un coeficiente que se basa en el desarrollo de un contrato de opciones a lo largo del tiempo. De este modo, esta medida muestra el ritmo en el que una opción pierde su valor a medida que se acerca la fecha de vencimiento. Esto se puede dar, por ejemplo, porque el valor de venta finalmente terminó siendo mucho mayor al que se estipulaba en el contrato, por lo que el inversor no se verá tentado a ejecutarlo.

Delta

El Delta es similar al Theta, en el sentido de que muestra la evolución del valor de una opción. Sin embargo, la diferencia radica en que el Delta lo hará en otros términos.

El Delta se utiliza para medir los cambios que sufre el valor de una opción por cada 1 $ de variación en la acción sobre la que se está ejecutando ese contrato. Es decir: cómo impacta la variación de la cotización de la acción sobre el valor de la opción que la involucra.

Muchos inversores utilizan este coeficiente para decidir sobre la diversificación de su cartera de inversiones, del mismo modo que el Alfa, al adquirir acciones con medidas variadas. Sin embargo, en vez de tenerlo en cuenta para inversiones de forma tradicional, lo hacen para diseñar la parte compuesta por contratos futuros y de opciones que alberga su portafolio.

Otros “Griegos”: Delta, Gamma, Theta y Sigma

Gamma

El Gamma es un coeficiente derivado del propio Delta. Expresa el cambio en Delta o, en otras palabras, la estabilidad de una opción frente a los cambios en el valor de la acción.

Un Gamma alto significará que la opción tiende a experimentar una alta volatilidad, lo que puede suponer un riesgo para muchos inversores que prefieren apostar a operaciones más seguras. Por eso, en este caso también, varios inversores toman en cuenta esta medida para diversificar su cartera y poseer contratos con opciones de acciones cuyo Gamma es alto, al mismo tiempo que otros con Gamma más bajo, para compensar aquellos riesgos.

Sigma

El Sigma se utiliza para expresar la desviación estándar de un conjunto, ya sea de acciones o de cualquier elemento que se tome en cuenta para el cálculo matemático. Por ejemplo, en una serie de retornos a la inversión en distintas acciones, el Sigma tomará en cuenta el retorno esperado, dado por el conjunto de ellos, y mostrará qué probabilidad existe de que uno de esos números sea diferente a esa esperanza.

Por lo tanto, cuanto más alto sea el Sigma, mayor será el riesgo de una inversión, puesto que pueden existir acciones cuyo retorno sea mucho menor o mayor que lo que se espera.

Calcular el Riesgo y la Volatilidad en eToro

eToro cuenta con una herramienta de clasificación del riesgo. Esto, de la mano con el Copy Trading, permite que cualquier inversor conozca el riesgo en el que incurre con cada inversión presente en su cartera. De este modo, no depende por completo de sus propios cálculos y puede conocer las probabilidades de éxito de su cartera, así como las de cualquier otro usuario de la plataforma. Por lo tanto, al elegir un inversor para copiar en eToro, podrás estar seguro de que sea alguien confiable.

Este cálculo de riesgo, del mismo modo que sucede con el CAPM, utiliza la medida de volatilidad del valor de la acción para poder determinarlo. Por lo tanto, tiene puntos en común con la fórmula del Beta. Luego, a partir de una comparación con los beneficios esperados, se obtiene un ratio de riesgo y beneficio en trading, del mismo modo que se lo genera al comparar el Alfa y el Beta en los casos explicados anteriormente.\

Conclusión

Es importante que un inversor conozca lo más posible sobre los recursos que puede utilizar en su trading diario. De este modo, podrá tener más control y conocimiento sobre sus operaciones y, con más probabilidad, obtendrá ganancias de ellas. Esto es especialmente útil durante épocas en las que las crisis hacen del mercado de valores una apuesta más arriesgada.

Esta guía sirve para poder entender bien el riesgo que conllevan ciertas acciones, que se puede calcular con el Beta. Esto, a su vez, es conveniente compararlo con el beneficio esperado que pueden rendir, a través del Alfa. Del mismo modo, si deseas gestionar tu portafolio de manera activa o si decides copiar los movimientos de otro trader, ten en cuenta el Alfa de esa cartera.

Si, en vez de acciones, prefieres invertir en contratos de opciones, presta atención a las otras medidas denominadas como letras griegas: Theta, Delta y Gamma. Ellas pueden ofrecer una gran ayuda a la hora de realizar un análisis previo a esas operaciones.

Finalmente, recuerda que existen muchas estrategias para reducir el riesgo general de tu cartera. La más común de todas ellas es la diversificación. Gracias a ella, podrás compensar el riesgo que implican ciertos activos con la seguridad que aportan otros. Lo mismo sucede al compensar las medidas que muestran Beta, Gamma o cualquier otro coeficiente que refiera al riesgo de la inversión.

Arma tu cartera registrándote en eToro y pon en práctica lo que has aprendido.

Esta información es únicamente para fines educativos y no debe interpretarse como un consejo de inversión, una recomendación personalizada, una oferta o una solicitud para comprar o vender instrumentos financieros.

Este material se ha preparado sin considerar objetivos de inversión o situaciones financieras particulares. Además, no cumple con los requisitos legales y regulatorios que promueven la investigación independiente. No todos los servicios e instrumentos financieros mencionados están disponibles en eToro. Cualquier referencia al rendimiento pasado de un instrumento financiero, índice o producto de inversión consolidado no es, ni debe considerarse, un indicador fiable de resultados futuros.

eToro no se responsabiliza ni asume ninguna obligación por la precisión o integridad del contenido de esta guía. Asegúrate de comprender los riesgos asociados con la inversión antes de comprometer tu capital. Nunca arriesgues más de lo que puedas permitirte perder.